Recuerdas que te dije “no me dejes”.
Yo prometí no volver a escribir un verso para ti.
Pero ayer que nos vimos
y ansioso buscabas robarle un beso a mis labios,
descubrí que se murió por fin ese amor.
Dijiste cuán hermosa me veías
yo sólo pensaba “será porque él también me ama”.
Recordaste aquellas tardes
que pasábamos juntos tumbados
en tu cama individual.
Sentí tus brazos… me helaban.
Te preguntaste lo que te vaticiné
¿y si hubiera sido yo?.
Hay tres años de pasos sin rumbo,
de besos no devueltos,
de llamadas sin contestar,
de silencios, de miradas ausentes,
tantas cosas más que no dan cabida
a la respuesta.
Más para ser sinceros,
te agradezco,
porque después de mirar tu espalda
tras muchas lunas y soles,
encontré de frente sus ojos y su sonrisa,
y en ellos un mundo diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario