25 de marzo de 2011

TRUCOS DE LA MENTE

Ayer sentí el suave roce de tus manos,
tus besos húmedos a galope por mi cuerpo,
tu piel como corteza de mi árbol.

Advertí mis manos asidas a tu pelo,
a tu pecho, a tu espalda, a tu costado.
Mis brazos como capuchinas,
como girasoles buscando la luz
que tus poros irradiaban.

Abrí los ojos al nuevo amanecer
y me di cuenta que sólo estaba tu recuerdo
inundado mi alcoba,
un tanto universal, quizás hasta profano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario