Vuelvo a
escribir sobre hadas y príncipes,
acerca de
cosas etéreas,
ilusiones que
esperaban,
sensaciones
hechizadas.
Mis palabras
son ríos que apaciguan
la lava que
dejó tu caricia en mi piel.
Mis manos
aletargadas por la ausencia
de la inspiración
para escribir,
son ahora
aves enajenadas de libertad
que escapan
de su jaula.
.
Qué maravilla
tener tus ojos,
probar tus
labios, sentir tus manos,
ser tuya para
volver a nacer,
para darle
sentido a mi poesía
dejando en
cada una
todo aquello
que por ti
he vuelto a
creer.
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