El oráculo predice
que somos hierro magnético
en mutua atracción
excitante y apasionada.
Ambos compartirnos
la misma forma plena
de enamorarnos.
La atracción es bilateral,
corazones prudentes e indomables
que se corresponden
en celulares cápsulas de aire.
Tú das un paso y retrocedo dos,
yo doy un paso y te evaporas
en palabras impasibles
que emanan del arcoíris de tu
boca.
Humedecemos nuestras
significaciones
en voluntad y autocontrol,
para enjugar después las ganas
de un beso, en un lienzo
que nos quite el exceso de
discreción.
Y cuando estoy a un paso de tu
piel,
la neblina impenetrable de tu
arcano mayor
resbala un trozo de hielo por mi
espalda
cambiando el rumbo de mi
intención
Como mago inventas una sonrisa
y engendras esa mirada
que me trasporta sin remedio.
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