Mujer con temple de acero,
que marcaste las pautas de tu vida
y así influiste en otras existencias;
eres lo que se espera de ti y más.
Eres senda que muchos han seguido,
tu voz fuerte despertó sensaciones
que aún hoy, al recordarte, reviven
en cada uno de esos seres.
Artesana de saberes, constructora de vocaciones.
Llena de la satisfacción que tu labor otorga
dejaste al paso del destino estatuas de sal
entregando con el corazón también la vida.
La voz del pueblo, tu pueblo, te aclama.
El conocimiento es tu dogma, la enseñanza tu virtud;
Maestra naciste, en un mundo necesitado de tu hacer;
sigue, pues, tu rumbo y déjanos seguirte
para ser algún día alguien parecido a ti.
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