Te fuiste para siempre.
Aún anoche leías con apego
el libro que como parte de mi te regalé.
Si hubiera sabido,
habríamos leído juntas,
te habría contado
la historia de cada línea;
seguro hubiéramos reído y llorado.
Escribo sobre historias cotidianas,
porque no soy más que
un ente fugaz en este espacio.
Pero, tú, tú que eras especial
encontraste tu sentir y tus vivencias
en las estrofas de mis versos
Sin embargo, te fuiste,
si hubiera sabido de tus intenciones
yo habría tomado el teléfono
para llamarte y conversar por largas horas.
Tal vez, si me hubieras hablado
Habríamos amanecido
en la línea telefónica
compartiendo lágrimas, sonrisas,
hasta absurdos comentarios.
Perdón Dios por la soberbia;
pero tal vez no te la hubieses llevado.
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