Cosas tan extrañas de la vida,
en las nuevas circunstancias
los kilómetros se hacen menos,
nuestras almas están más juntas.
Aún creo, cada día, que estarás mañana
ocupando el mismo espacio terrenal,
incluso a veces me parece
escuchar tu voz, tu risa.
Sé que no eres más que un recuerdo,
mas la mente me traiciona y lo olvida,
bien se dice que queremos con ahínco
aquello que ya no tenemos.
Quiero creer, como escuché,
que estás bien, que ya nada te duele;
hacerte saber cuánto te quise,
ahora que mi voz no tiene nido,
como hacemos los humanos
queriendo hacer valer lo ya perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario