Todos dicen que te has ido…
debe ser cierto
porque te has llevado contigo las palabras,
los versos y las rimas.
Nada nace de mis manos,
y el azul de tus ojos
arrincona a mis sentimientos
dejándoles sólo una salida…
fragilidad.
No lloro porque me resisto
a creer que nadie corpóreo
ocupe más, ese por siempre,
y desde el veinte de junio,
tu asiduo espacio.
Dónde estés,
no dejes de mirarnos
con esa ternura que todos
supimos hallar en tu mirada.
Aunque sea verdad
que te hayas ido,
no abandones nunca
las letras de tus versos,
las líneas de tus tintas,
la cantera de los sueños compartidos.
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