25 de marzo de 2011

LLEGASTE

Llegaste como llega la noche y el día,
tan meridiano que no puedes acusarme de buscarte;
como respuesta a una plegaria casi olvidada.

Tu imagen iluminando el horizonte
ese que acababa justo tras de ti, en la ventana,
era el aviso de que algo nuevo pasaría.

De pronto nuestras voces
parecía que danzaban algún baile de cortejo,
y nuestros sentidos estaban más que expuestos.

Tu sonrisa se volvió mar,
tu mirada aire, y mi soledad
la consumió la nada.

Al final tu mano me decía
lo que no dijeron las palabras,
y la búsqueda de contactos visuales
se hizo más que necesaria.

No me digas si te quedas,
no preguntes qué haré mañana,
estamos en el mismo camino,
dejemos que giren las manecillas,
marquemos las hojas del calendario;
así como llegaste, como el día y la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario