Preguntas qué mi inspira
para escribir un verso.
Me provocan tantas cosas,
como el recuerdo de tus labios,
que me figuro gajos de tangerina.
Tu piel de arena
del Mar de Cortés.
Tus manos grandes,
de dedos cuadrados,
haciendo trazos
que hablan en secreto
de tu temple.
Tus ojos que evaden a los míos
y en los que me gustaría
mirarme algún día.
Las cosas que son
y las que no pueden ser;
las palabras que se mueren
condenadas en el silencio.
Las razones que no llegan
y el valor que se escapa
por algún agujero
de mis ambiciones.
Las emociones que me invaden
cada vez que te hallo,
en persona o en mis recuerdos.
Más otras tantas cosas
que pueden inspirar un verso. 
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