Y de pronto vuelvo a ser yo,
perdida en un bosque con bruma,
sin saber qué sendero tomar,
sin reconocer si quiera
si quiero en verdad andar el camino.
Y las dudas habitan mi mente,
recorren mis venas,
llegan puntuales al corazón,
instantáneamente no hay más coincidencias.
Como si ayer hubiera sido
una mujer muy distinta a la de hoy.
Y todo aquello que inspiraba
no es capaz de hacer nacer una palabra,
mucho menos una oración.
Y las vidas pasadas me agobian
lastrando mi presente.
Otra vez una nueva vereda
hasta que me ofusque la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario