20 de noviembre de 2013

JUEGO NOCTURNO

Conocí un amor que puede transformar
en caramelos las espinas de una ortiga.
Cuando estamos juntos
busca cobijarse en mis brazos,
lo embisto a besos
y ríe a carcajadas,
me mira a los ojos,
dice “amo” y comienza
la revuelta en la cama.

El juego termina…
cierra sus ojitos,
se acurruca en hombro,
descansa su cabeza en mi pecho,
acerca su mejilla
y me regala la última sonrisa del día…
su respiración es nutrimento
que me regocija el alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario