Esta
Navidad volveré a hacer mis peticiones,
esperando
encontrar bajo el árbol de navidad
y, junto
al pesebre, en el nacimiento:
un balón
irrompible
para que
juguemos todas las tardes,
a
corretearnos para quitarnos la pelota;
un súper
héroe que de noche me aconseje
cómo permanecer
estoica
cuando
te lastimas o lloras;
una nave
mágica que nos lleve
de una
cornisa del universo
a la
arista de la luna
o al
filo de una estrella.
Esta
Noche Buena,
voy a
pasarme de imprudente
de insatisfecha
y ambiciosa,
porque
quiero miles de regalos
para
poderlos compartir contigo,
no es
que antes no fueran necesarios
pero lo son
más ahora que tus labios confirman
lo que
antes sólo expresaban tus ojos...
tus
gestos… tus manos…
Quiero
dos pares de zapatos
que
nunca se gasten,
tallas veinticuatro
y diecisiete
para que
pueda por siempre seguir tus pasos;
quiero el
juego de mesa operando
para
poder sustituir cualquiera de mis órganos
que se
haya desgastado.
No
quiero como obsequio vida eterna,
sino
larga vida
para
saber si no te he fallado.
Quiero
un reloj que cada segundo me recuerde
los
momentos buenos y malos.
Quiero
mi niño…
tantos
regalos
será que
Santa Claus o los Reyes
atiendan
mis peticiones
o es que
sólo a los peques como tú
les
traen juguetes y aguinaldos.
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