ME PREGUNTAS

Hay viento de invierno en mis manos,
eclipses lunares en mis ojos,
y me preguntas si soy tuya,
como si mi piel pudiera recibir un aliento
diferente al que libaba de tu boca.
Como si mis manos pudieran anidar
en otro cuerpo.

Me preguntas qué tan tuya soy.
Como si pudiera fragmentarme.

Hoy la distancia entre nosotros
ocupa más espacio del que alguna vez
ocuparon las caricias.

Te escribo este verso
casi mirando las letras en tus pupilas,
sintiendo tu aliento en mi oído
anhelando tus labios en los míos.

Me preguntas si soy tuya.
Más nunca me dijiste si eras mío.
¿Qué tan mío eres aún después de tu partida?.